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Cooperativas de Trabajo Asociado. "Mecanismo" de explotación laboral
La Constitución Política de Colombia de 1991 mantuvo intacta la clase política tradicional y consolidó una amalgama de poderes feudales, financieros y militares. Su articulado le abrió las puertas al neoliberalismo, situación que desvirtuó la democracia relegada a un simple escrito en el papel. Este neoliberalismo, que desde hace 20 años estructura y desarrolla la sociedad colombiana con base a las leyes del mercado, ha reducido el papel del Estado, a un simple gendarme garantista del interés del capital y a la concentración de la riqueza a centros de poder internos y externos.
En el desarrollo de dicha orientación, se flexibiliza el mundo del trabajo gracias a leyes como la ley 50 de 1990 y la 789 de 2001, las cuales dejan “como objeto de museo la estabilidad laboral, el contrato a término indefinido, la vacaciones remuneradas, las primas extralegales, la retroactividad de cesantías, las primas de antigüedad, las pensiones convencionales” , entre otros aspectos a los que se suma el no pago de horas extras, la reinterpretación de convenciones y la legalización de Empresas de Servicios Temporales (EST) y las Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA). Por otra parte, en las empresas estatales, públicas y privadas, se hizo común el contrato a término fijo y las vinculaciones por periodos de tres meses situación que imposibilita el desarrollo sindical y con ello la creación de una cultura de sumisión absoluta de trabajadores ante patronos por el miedo de quedar desempleado en el corto plazo.
Con gabelas, exención de impuestos y ventajas extendidas, el Estado promovió la liquidación de sindicatos a comienzos del nuevo siglo, fenómeno vivido en grandes empresas como Coltejer, Bavaria, Eade y Telecom, para cuya venta los factibles nuevos dueños exigían “cero Kilómetros, es decir sin trabajadores sindicalizados” . Lastimosamente en muchos casos el Estado fue cómplice u actor directo.
Amparados en los complejos entramados jurídicos y las múltiples formas de contratación, el Estado multiplicó las violaciones permanentes a los derechos laborales, y los agentes privados no se quedaron atrás. Con la anuencia del Estado fueron licenciados miles de empleados, pasándolos a formas temporales de contratación, u obligándolos a vincularse a una EST o a una CTA, de modo que pudiesen reducir salarios, prestaciones, eximirse del pago de jubilaciones y acabar los sindicatos.
Multinacionales como EPM, Exito, Carrefur e ISA, crearon sus propias cooperativas para la tercerización de actividades propias de su objeto social:
EPM creó movilizamos. El Éxito y Carrefur auspiciaron o crearon sus propias cooperativas para la tercerización del empaque y venta de productos sin costo alguno, condenando a muchos trabajadores a vivir indignamente de propinas, además de someterlos a tareas y horarios inhumanos en beneficio de los que en Colombia y en el exterior ostentan el capital. Todo lo anterior con el beneplácito de las instituciones del Estado, y aun violando la ley, hacen todo para que los trabajadores no se organicen de forma positiva.
ISA creó INTERSERVICIOS cooperativa de trabajo asociado (CTA) utilizada para la tercerización de funciones propias a través de contrataciones simuladas, con un claro objetivo de burlar la normatividad laboral aprovechando la inseguridad jurídica y los espacios en blanco que el mismo modelo creó en la ley. Esta cooperativa, que hoy podríamos decir está “en quiebra”, no puede tener otro futuro promisorio cuando a múltiples ex asociados no les han devuelto los aportes que por ley debían recibir al momento de su desvinculación, además de los constantes atrasos en el pago de salarios y viáticos que sufren los distintos socios y trabajadores activos.
Hoy ISA enfrenta demandas como sujeto solidario, en las que trabajadores contratados por estos mecanismos, reclaman el reconocimiento de sus derechos por ser subordinados; pues por años trabajaron o trabajan para ISA, son dependientes, laboran en sus instalaciones y por su objeto social, lo que sin duda alguna, se configura en una violación directa a la ley y al fortalecimiento de dinámicas de explotación laboral como son las CTA o las EST.
Para imponer “la cultura” de la sumisión, ISA obliga a INTERSERVICIOS a despedir a todo aquel cooperado que osadamente reclame sus derechos o exija un trato digno. Brilla por su ausencia la Superintendencia de Economía Solidaria que tiene pleno conocimiento del ilegítimo (o por lo menos sospechoso) actuar de ISA e INTERSERVICIOS.
En esta carrera por acumulación, las CTA en Colombia suman más de 4.555 y cuentan con cifras aproximadas de 600.000 mil asociados –muchos de ellos sin derecho a sindicalizarse- que crecieron con la tercerización y la intermediación laboral, -remitiendo sus afiliados a las empresas clientes como trabajadores asalariados en misión- activos y capital. Un caso ejemplar es SALUDCOOP, con el puesto 25 en la lista de empresas más grandes del país, amparada bajo la estructura impuesta por la ley 100 para la prestación de servicios de salud en Colombia, cuyos manejos la han llevado a convertirse en un emporio más grande que DMG, la “pirámide” de David Murcia.
Hoy ante la caótica situación mundial y la dinámica acelerada de recomposición de mercados y capital, Estados Unidos condiciona la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) a la firma y ejecución del “Plan de acción de Colombia y Estados Unidos para derechos laborales”, con el cual “el gobierno de Colombia ratifica su compromiso de proteger los derechos laborales internacionalmente reconocidos, previene la violencia contra sindicalistas y castiga a los autores de estos actos violentos. El plan resume la pretensión de garantizar el derecho de asociación y negociación colectiva, dejando atrás la violencia y la muerte contra dirigentes y activistas sindicales” .
Supuestamente se pone en cintura a las CTA y a las EST y muchas de ellas desaparecerán. Ya Almacenes Exito informó sobre la contratación directa de 6.000 trabajadores que han laborado gratis para ellos durante más de 15 años y Carrefur hará lo mismo con no menos de 5.000 trabajadores. No se sabe si ISA como multinacional dejará por fin de burlar la ley en contubernio con su CTA INTERSERVICIOS, y se acogerá a las directrices del sumiso gobierno colombiano -ante el gobierno EEUU-, acabando su relación ilegítima con su CTA, y de paso con el vergonzoso Pacto Colectivo, también patrocinado por ISA por más de 30 años, utilizado para contrarrestar la acción sindical en la empresa.
Pareciese que por fin hay esperanzas para el trabajador colombiano, pero para el gobierno y su protectorado la teoría puesta en práctica es la del fin justifica los medios. Pero los falsos medios dañan el mejor de los fines y en esta doctrina el fin es la firma del TLC, -que a propósito en poco o nada beneficia al trabajador colombiano- y los medios la promesa de cumplir acuerdos y acabar con los CTAs y ESTs. Pero trabajar en los espacios en blanco de la ley y los acuerdos, es de las prácticas en que empresarios y gobierno tienen grandes habilidades probadas.
Con la Ley del primer empleo, y con aprendices y practicantes del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) llenarán las vacantes dejadas por los cooperados que en los últimos años enriquecieron empresas para las cuales trabajaron y así se repetirá el eterno ciclo de inequidades en Colombia, haciendo a unos pocos más ricos y a las inmensas mayorías más pobres. Ojala nos equivoquemos.
Medellín, 14 de junio de 2011
JUNTA DIRECTIVA NACIONAL SINTRAISA
"Le Monde diplomatique [el Diplo 100] mayo de 2011"