¡¡¡¡ ISA EXPROPIA TIERRAS EN AMALFI !!!!
Circulan por redes sociales videos en los cuales se informa y evidencia claramente que INTERCONEXION ELECTRICA S.A E.S.P. (ISA) “expropia” las tierras de campesinos en Amalfi y en las que históricamente en esas expropiaciones se atropella a los campesinos, sometiendo a familias enteras al dolor, desasosiego y a la incertidumbre.
Es importante señalar que entre las empresas contratistas que hoy trabajan para ISA en esos proyectos de construcción de redes eléctricas están: INTERCOLOMBIA, INGETEC, REFOCOSTA, IGGA -anteriormente Interservicios- entre otras, también escuadrones del ejército colombiano, y el denominado ESMAD, así como algunos jueces que amparan sus decisiones en el supuesto “interés público” y “cumplimiento de la ley”, lo cual, ante la fragilidad y desamparo de campesinos, resultan a la medida de la conveniencia empresarial.
Amparados en la ley 56 de 1981 y sus decretos reglamentarios, -que reguló en parte la garantía de ejecución de las obras de interés general y el fortalecimiento del estado benefactor para garantizar su capacidad de prestación de los servicios- se expropia y se despoja a los campesinos y a las comunidades en nombre del interés público. Pero el estado ha cambiado, la ley la han degradado y el gobierno ni se diga; la expropiación hoy es instrumento al servicio de privados y multinacionales; quienes en nombre de lo público y el interés general expropian, atropellan a los campesinos en muchos casos violando los más elementales derechos humanos. Ya el gobierno no protege la vida, ni construye lo público (empleo, salud, educación servicios públicos), como garantía de bienestar de generaciones presentes y futuras; lo que hace obsoleta la ley para lo que fue su propósito, pero resulta la herramienta perfecta para justificar el despojo en beneficio privado, situación que se evidencia y se concreta con la inminente privatización total de ISA orquestada por el gobierno nacional.
Es claro que el propósito del gobierno es garantizar la rentabilidad empresarial y el juego del mercado bajo los dictámenes que se imponen desde los países desarrollados, aunque ello implique promover la corrupción, la expropiación, el despojo y la violación de derechos humanos. Tampoco está hoy en el propósito de ISA, garantizar la interconexión del servicio de energía eléctrica a todas las regiones colombianas, garantizando empleo digno y respetando los derechos humanos -razones de su origen-; El de ISA ahora como empresa de negocios contratante; no es otro que garantizar la rentabilidad a su público de interés -los accionistas-.
Desde esta perspectiva y los múltiples propósitos de los diferentes actores institucionales se entiende que el fin –el mercado y la rentabilidad- justifica los medios. Y en esa dinámica en un país “semifeudal” con políticos, empresarios terratenientes, grupos armados legales e ilegales; la tierra -los territorios-, es un factor histórico de rentabilidad en disputa, no solo como fuente de tributos y factor productivo de la sociedad y el estado, sino como fuente de materias primas de países desarrollados y espacio para construir la infraestructura necesario para los negocios, sin la más mínima sensibilidad por la vida.
Desde esta perspectiva se puede entender porque “se mantiene la ley”, y las coincidencias de los objetivos de las alianzas entre gobierno, empresas, ejercito y grupos delincuenciales para la expropiación, explotación y desplazamiento de campesinos, asesinato de líderes sociales, exterminio de sindicatos, la violación sistemática de los derechos humanos y la destrucción de ecosistemas garantes de vida como los páramos.
No solo se ha expropiado, desplazado, despojado a campesinos y pobladores de Amalfi, también a los de los proyectos de Hidroituango, del oriente antioqueño, a los indígenas que ocupaban las tierras aledañas a los proyectos de Urra, el Quimbo, los del rio Arma, a los de Santander, Casanare, solo por mencionar algunos, que dan muestra de la tragedia a la cual los gobiernos, empresarios y grupos delincuenciales han sometido al pueblo a lo ancho y largo del territorio colombiano, bajo el pretexto del desarrollo, la utilidad pública y la aplicación de la ley.
Ante estos escenarios, que no son nuevos y que se repiten por ser estructurales, no se puede ser indiferente e insensible por la vida que nos debe caracterizar como seres humanos. Es el momento de gritar y rechazar todo acto que expropie o imponga servidumbres a los campesinos de Amalfi y de cualquier territorio colombiano; es el momento exigir que nuestros campesinos sean tenidos en cuenta en las decisiones que los afectan, como derecho fundamental y que sus territorios se respeten y sean garantía de subsistencia, sin ellos la vida no es posible en la ciudad; es el momento de alzar la voz y exigir que se respeten y reconozcan las organizaciones de los trabajadores, sin ellos no hay rentabilidad; es el momento exigir que el ejército colombiano no viole ni asesine niños y niñas so pretexto de brindar seguridad; es el momento de construir -o reformar- leyes que amparen el desarrollo armónico y el equilibrado de la vida y los ecosistemas; es el momento de reclamar y exigir que se garantice la vida de los líderes sociales y se acabe la violencia contra las mujeres en Colombia.
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Rechazan instalación de torres de energía en Amalfi - Teleantioquia Noticias
https://www.facebook.com/MagazineNT/videos/el-robo-a-los-campesinos-de-amalfi/570407853658268/
Medellín, julio 2 de 2020
JUNTA DIRECTIVA NACIONAL SINTRAISA