Laboral

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Hoy queremos comunicar un tema que genera indignación, que esperamos sea motivo de reflexión y solidaridad de todos, que conlleve a asumir posiciones de rechazo contra las acciones que cada vez se vuelven más frecuentes en ISA, porque de no hacerlo, estaríamos aceptando la destrucción de los valores que como clase trabajadora nos debemos.

El pasado 10 de abril de 2012, fue despedido de ISA nuestro compañero Ángel Alberto Mejía Román de la Subestación Torca, también lo fueron en meses pasados, Armando, Carlos Mario y Luz Bibiana entre otros, ex trabajadores que hoy comparten similar proyecto -demandar a ISA por la injusticia que con ellos se cometió- ya que fueron despedidos -según la Empresa- por “justa causa” y así les terminó el contrato de trabajo, que por más de una década tuvieron vigente. Con la auto calificación de “justa causa”, ISA le arrebata a los trabajadores la indemnización y a la vez procura bloquear cualquier protección legal del trabajador; le apuesta con “riesgo ajeno” a la inseguridad jurídica laboral, mientras enriquece a un exclusivo grupo de abogados externos ¡amigos de ISA! que con sus teorías de precarización laboral, que ya hacen carrera en el país, golpean permanentemente a la clase trabajadora.

Al compañero Ángel lo despidieron por proactivo, por hacer más de lo que estaba establecido para su cargo, por denunciar a la Coordinadora Administrativa de Torca por arbitraria y por el mal uso que hace de los activos de ISA, por demostrar la persecución laboral y la mala fe con la que ella actúo; o lo despidieron porque solicitó al Gerente General que abriera investigación a su Auditor Corporativo por haberlo ultrajado y acusado infundada y temerariamente; o porque Locatel o Colsubsidio por acumulación de puntos le hizo un descuento de 18.287 pesos, o quizás porque se sindicalizó. Tal vez lo despidieron por todo lo anterior. De todas formas fue un acto desproporcionado, autoritario y de abuso de poder.

La decisión de ISA de dar por terminado el contrato de trabajo de Angel Alberto, lo ha entendido la Organización Sindical como otra violación de la Empresa a los Derechos Humanos, al derecho de Asociación Sindical, a la igualdad, al derecho de defensa, al debido proceso y a la dignidad humana; todos ellos derechos fundamentales quebrantados por ISA, porque no informó al Sindicato para que el Trabajador fuera asistido por sus representantes; no tuvo en cuenta la defensa en derecho, que por escrito presentó el trabajador; no aportó las pruebas solicitadas por el trabajador. La Empresa construyó unilateralmente un acta con falsos testigos, que después utilizó como parte de la prueba del despido, ella misma auto calificó la falta como grave para justificar su proceder. Nuevamente en este caso las personas que investigaron la supuesta falta, que levantaron las pruebas y juzgaron al trabajador, fueron las mismas que lo persiguieron por varios meses.

La verdadera causa del despido tendrá que demostrarse en los Juzgados. Lo que sí está probado es que a Ángel le violaron Derechos Humanos, Sindicales y Legales como el fuero circunstancial, protección legal que la empresa también tendrá que explicar por qué la vulneró. Además tendrá que demostrar que esto no es acoso laboral, persecución sindical, o un “falso positivo” para atacar al trabajador y a la Organización Sindical.

Dirán que estamos indignados; LO ESTAMOS, nos indigna la injusticia, la indiferencia y nos produce malestar la falta de solidaridad, de dignidad y de coraje de los Trabajadores para levantarse y expresar públicamente lo que piensan y decir basta ya de tanto atropello contra quienes realmente le han aportado a esta Empresa y al País, toda su capacidad física y mental, que no son otros que los Trabajadores.

Esta administración no puede seguir tratando a los Trabajadores como delincuentes, como enemigos o como obstáculos de su desenfrenado afán por maximizar lo económico, persiguiéndolos dentro y fuera de la Empresa, acosándolos, creando zozobra y provocando un pésimo clima laboral.

Algunos funcionarios en cargos directivos de ocasión, se olvidan que también son trabajadores y que por ausencia de valores humanos se convierten en tiranos de un poder que no les pertenece y del cual abusan para complacer a una administración que poco le importa la familia, la salud y las buenas condiciones de los trabajadores.

Así, no sólo atentan contra la vida del trabajador despedido y su familia al dejarlos sin sustento, sino también contra la propia Empresa que dicen defender y proteger.

¿En ISA de cuales Derechos Humanos y comportamiento ético nos hablan entonces?

“Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen, pierden el respeto”

(Georg Christoph Lichtenberg)

 

Conozca la carta de SINTRAISA enviada al gerente general de ISA

JUNTA DIRECTIVA NACIONAL SINTRAISA

Medellín, 27 de abril de 2012