En Colombia, ser trabajador de dirección, confianza o de manejo no es un privilegio ni mucho menos; es el empleador, a su acomodo y caprichosamente, quien define la calificación de esta categoría. Por otra parte, la legislación de una forma arbitraria, ha dado un tratamiento diferente a dichos trabajadores, desmejorando sus condiciones y convirtiendo la coexistencia laboral en una tortura muy mal remunerada.....

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